Uno de los oficios más antiguos de España es el oficio de Lampista. Hace dos siglos atrás, se comenzó un progreso industrial que hoy en día es imprescindible en toda construcción, que es la instalaciones de conductos de desagüe y tuberías de aguas.
El lampista se ocupaba en crear estos conductos con el uso de metales de diferentes tipos, como lo era el hierro y el acero; en algunos casos, utilizaban la plata para hacer estas tuberías. Así que esta profesión se hizo muy popular a medida que avanzaba la civilización.
En esta época se utilizaba una lámpara de aceite para poder manipular los metales hasta formas los conductos. De aquí deriva el nombre de lampistas.
Hoy día se utiliza este término para englobar un grupo de trabajadores que se dedican a oficios con fines similares, que es la reparación o instalaciones de sistemas de diversos tipos en una construcción. Dentro de estos oficios se ofrecen el de fontanero y electricista.
Así que es común ver como las personas buscan un lampista en Barcelona, ya que con ellos conseguirán un grupo de profesionales que atenderán sus problemas en el hogar o edificio. Entre ellos, pueden contar con un electricista al mismo tiempo que con un fontanero.
¿Por qué? Porque estos profesionales son especialista en ambos campos garantizando la calidad y durabilidad de ambos servicios, independientemente del lugar en donde se lleve a cabo.
La lampistería en Barcelona es un oficio muy común ya que la demanda por parte de las diferentes áreas que componen esta provincia es constante, y muy apremiante, por lo que en Leysor estamos más que dispuestos a cubrir dicha demanda.
Un lampista en Barcelona es capaz de diseñar y llevar a cabo la instalación de sistemas de agua o calefacción, así mismo tienen los conocimientos y experiencia para hacer instalaciones de sistemas eléctricos, tanto de forma industrial como en una residencia.